A veces ,le cuesta recordar aquellos días...
No comprendió la sensación de pánico hasta que sintió la congelación de sus anhelos en su propio ser
Confiada, acoplada y en monótona costumbre, enfrentando cara a cara nuevos retos, desconocía los desvaríos infundados que sus propios pensamientos podían recrear e imaginar.
Aparentemente, nada le atemorizaba.Pensaba que sus idealismos,a veces, exacerbados,amparaban la flojera incómoda de ciertos días pardos y cenizos.
En algún momento muy puntual de su vida, había degustado cierto sabor a inseguridad y, un leve desasosiego carcomía poco a poco sus ilusiones, cayendo por la borda , en un incesante ronroneo insípido, su verdadera sensación de vivir.
Pero...¡todo estaba controlado!
Creía confiar en sí misma, e incluso,sabía conducirse en el mundo con cierta holgura y desparpajo emocional.
Fue una niña muy querida y protegida por sus padres pero, su independencia ,acuasada y tenaz, forjaba su propio camino con esmero.
Ideas adulteradas, creencias estereotipadas, conceptos manufacturados, tabúes reciclados, en una mentalidad obstruída y encorsetada...¡Bulimia mental!
Durante toda su vida, fue demasiado exigente consigo misma.Pensó que la perfección , en toda su definición, como entidad real y sustantiva, tenía cabida en la supuesta imperfección de su vida.
Quiso encontrar la excelsitud del Universo a través de nuestro mundo y sus vaivenes, a través de viejos libros de excéntricas conquistas e insondables adivinanzas, de dietas hipocalóricas y brebajes de felicidad edulcorada.
Dietas insípidas en imposibles aquelarres iniciáticos en forma de receta. Mixtura de alimentos machacados con ideas de frígidas sensaciones,creencias que subyugaron la libertad de su cuerpo y mente.
Cada acto de su vida, estaba controlado, custodiado por obsesiones que limitaban los caminos de su libertad personal. Todos los porqués tenían respuesta y nada podía estar fuera de su habitual atrincheramiento.
Lo sencillo, común ,natural, y diáfano , abrió paso a una obcecada sensación blindada y opacada de sí misma.
Su mundo, trazado bajo las lineas de su cartabón privado, constreñía sus sueños en firmes
voces dominantes y falsas espectativas vitales.
Una noche del mes de enero, sintió miedo. Un miedo atroz, intenso y corrosivo.Un electrizante escalofrío que sin conmiseración, penetraba sigilosamente en su cuerpo congelado; astillando su corazón que pernoctaba contraído.
Sensacines que escocían, emociones que estrangulaban sus entrañas sin piedad.
Un sudor intenso e inoportuno, inundó su cuerpo.Una vara de metal que obstruía los caudales de sangre, pasión y vida que le identificaban como ser humano.
Ahora...sólo era materia inerte.
Sensaciones irreconciliables, trágicas, devastadoras.Fisuras abiertas en un alma temprana.
Ya nada estaba bajo el yugo espartano de sus dominios perfeccionistas, y creyó caer en la locura.
Entregada, agazapada y rendida a los vientos de la vida, encontró un rinconcito entre el cielo y el infierno, allá donde cielo y tierra se confunden, y, abandonada, "echó" su cuerpo al olvido.
Pasados unos días , unos meses, quizás años...volvió la normalidad de su vida.
¡Un nuevo ser humano había nacido de sus cenizas!
El miedo, el dolor, permutó en una débil sensación de desconfianza, pero, tan nimia, que se transformó en aceptable.Tan parca y callada que ya no gemía en sus noches oscuras.
Hoy en día , con su edad y experiencia, ha aprendido a aceptar sus miedos y ya no los mira de soslayo.Les habla, les comenta, los mima, y hasta los bendice.
Les da las gracias por todo lo aprendido, por ayudarla a crecer, a vencerse a sí misma un día más sin perecer en el combate, a poder amanecer en cada instante de su tiempo de forma radiante y segura, aunque el alma nunca amanece porque siempre está amanecida, es cuestión de sentirla.
Gracias al miedo y sus consecuencias emocionales, pudo desarrollar y manifestar la gran virtud que subyace en la esencia misma del ser humano:el valor.
Un ser humano que nunca ha sentido la intromisión del miedo en su vida, jamás puede decirse que es un Hombre valiente.La experiencia cercana del miedo, es la entrada triunfal al posible desarrollo del coraje de vivir.
Esta vivencia, fortaleció los cimientos de su vida y, aunque ésta no sea perfecta, su combate interior, su batalla , ahora en tregua con ella misma, ya no busca los cánones y estereotipos comunmente admitidos como "bellos" o "perfectos".
Hoy en día adora la imperfección y sus múltiples taras difusas.
Y, lo más importante, reconoce el valor y la fuerza que mora en un rincón desconocido del ser humano.Un lugar, muy real...donde el miedo abrió paso a su cordura.
Irene Ríos.
Yo soy de la opinión de que a todo ser humano le hace falta una cierta dosis de miedo porque, de lo contrario, seríamos unos inconscientes totales.
ResponderEliminarMuy bueno lo de "vencerse a sí misma".
Besos
A veces es imprescidible llegar hasta el fondo del pozo, sentirse hundido completamente y reunir el coraje para subir y salir a la superficie y, finalmente, abrir los ojos a lo que es en sí la realidad.
ResponderEliminarBiquiños
Bucear dentro nuestro, desmenuzar emociones, hacer "limpieza" es totalmente sanador y fructìfero.
ResponderEliminarEste texto es un canto ìntimo de observaciòn profunda donde el lector y el leìdo comparten toda su humanidad.
Abrazos Irene.
UNO HA DE HABLAR Y DISCUTIR CON consigo MISMO PARA SEGUIR ADELANTE, ME GUSTABA MUCHO LO QUE DECÍA antonio machado
ResponderEliminarYO VIVO EN PAZ CON LOS HOMBRES Y EN GUERRA CON MIS ENTRAÑAS
Que gran verdad Irene.
ResponderEliminarHasta que no superas la prueba no sabes quien eres.
Tener un diálogo con uno mismo y descubrir la realidad puede ser la mayor experiencia de una vida.
Me encantan tus escritos. un saludo desde el Averno.
Dichoso aquel que siente los miedos de adentrarse en lo más profundo del ser, para luego resurgir y entender que aquello fue una fructífera experiencia. Adquirir conciencia de esto, es lo que diferencia a un ser libre de otro que cree que lo es.
ResponderEliminarTus letras querida Irene, siempre hacen vibrar algo en mi interior.
Te mando todo mi cariño.
Cuando nos miramos por dentro , es donde realmente se reflejan los recuerdos olvidados , los dolores sufridos, y desenterramos lo que fue.Es el pasado en donde tambien podemos rescatar tantas vivencias valiosas y queribles.
ResponderEliminarTodo es aprendizaje para construir el presente y un futuro con mas sabiduria.
Esplendido escrito.. besoss Irene.
Irene, que bien que te hayas pasado `por mi blog para haber podido visitar el tuyo y comprobar lo bonito que escribes. Tienes un modo especial de narrar que me encanta. Y además, tocas temas que me apasionan. Te sigo desde ya.
ResponderEliminarUn abrazo cariñoso.
Hola irene
ResponderEliminarEste post me ha gustado mucho,aunque es de fácil asimilación solo para quellos que hayan penetrado en los suburvios del inconsciente y se hayan encontrado sumergidos en las cloacas de la humanidad. Solo en las cloacas se encuentra el resurgimiento.
Pero solo añadir un punto a
tu protagonista del post. Cuando se ha vislumbrado ese algo una no se queda, se sigue movilizando. El allazgo nos despieta,pero se sigue viviendo entre sucesivas oscuridades y renacimientos,nunca esa tarea se da por terminada, solo cuando llegamos al punto de admitir con certeza que el miedo a la muerte es lo que nos impide ese avance y que hay que admitir que ese es el peor de los experimentos.
El desapego incluso de la propia vida.
http://visceral-genetticca.blogspot.com/
Perdona mi extensión,el argumento la requeria.
Un abrazo
Hola Irene, muy buena reflexión la que se deriva al final de esta historia. El miedo es el que nos hace fuertes sin duda alguna, aunque tambien hay quienes el miedo los aniquila.
ResponderEliminarBesos.
hola irene,perdona amiga que ayer no pude pasar a saludarte por el dia de tu cumpleaños,pero ahi va mi cancion.
ResponderEliminarfeliz,feliz en tu dia,amiguita que dios te bendiga,que reine la paz en tu dia y que cumplas muuuuuchos maaaaaassssssss!!!!
feliz cumpleaños amiga,ye dejo muchos besos deseandote lo mejor!!!!!!!
Hola Irene
ResponderEliminarBuen texto para reflexionar, como siempre nos tienes acostumbrados.
Pues sí el miedo es lo que hace que la persona reaccione y busque armas para luchar contra ellos y por tanto es lo que nos va haciendo fuertes.
Pasamos muchas etapas en la vida que nos conduce a tomar decisiones, pese al miedo, pero que a fuerza de luchar, logramos llegar al final de ese camino.
Un beso enorme
Irene, bonto e interesante historia.
ResponderEliminarGracias por tu visita, me ha hecho mucha ilusión que una paisana me siga, yo me quedo contigo.
un besico
Y así es, mi querida.... para saber cómo es la luz, antes tenemos que conocer la oscuridad...
ResponderEliminarPaz&Amor
Isaac
Hola Irene, aunque no te escribiera, te sigo en tus bellos e interesantes escritos, he tenido problemas con internet, me ha gustado muchisimo este ultimo, te hace reflexionar y hablar consigo mismo. Un beso de Rufi
ResponderEliminarLlego así, tanteando, como mejor se aprende, te leo y me quedo. Me gusta la reflexión y ese camino para alcanzar la calidad de persona. Es verdad, hay que subir mucho y aceptar mucho. Sobre todo aceptarse. Me alegro por tí. Te propongo intercambiar comentarios, si te parece bien. Un beso
ResponderEliminarHe vuelto a leerlo, Irene y parecía que estabas hablando de mí. Todavía con mi edad no he llegado a ese estado tan maravilloso de aceptarme tal y como soy. Me importa demasiado ser perfecta y es desesperante darme cuenta a cada momento de que no lo soy. Me queda poco (más que nada porque me estoy hartando de aguantarme)para sufrir esa metamorfosis emocional. Algún día de éstos...
ResponderEliminarBesos, me encanta como escribes.
Más besos desde Calatorao (Zaragoza)
CREO QUE A LOS CHICOS Y CHICAS, HAY QUE TRASMITIRLES QUE EXISTE ALGO LLAMADO: "SENTIDO COMÚN". EXCELENTE REFLEXIÓN.
ResponderEliminarUN ABRAZO
hola Irene, paso a decirte que estoy por fin de descanso todo el mes.
ResponderEliminarCon ternura
Sor. Cecilia
He pasado por esta historia...he vivido un período de mi vida donde el pánico le ganaba a mi ser...donde ese frío terrible entraba en mi cuerpo hasta dejarme sin aliento. Fue una época de gran dolor y depresión...y pude renacer, pude encontrarme...y Ser una nueva persona. Hoy tengo ese recuerdo como algo mágico que pasó en mi, pude ver la Luz, y simplemente, la seguí...
ResponderEliminarGracias, un texto muy real...
Te dejo Un Grandísimo Abrazo,
Muy lindo lo tuyo, Irene, es una sutil invitación a la literatura bien entendida sin importar tiempos, espacios ni épocas. Seguramente, debe verse precioso el sendero por el que pululan tus musas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Jorge.
¡Ay Irene! Que belleza de relato. Me encanta esa reflexión. El miedo, el miedo es libre cada uno tiene lo suyo. Yo he pasado un tiempo de mi niñez con miedo, pero con fundadas razones.
ResponderEliminarPero gracias al cielo pude salir con la fuerza y valor que se guarda en ese rincón desconocido del que tú hablas.
Acatando y siguiendo siempre el camino de la prudencia.
Un abrazo y se muy feliz. Gracias por compartir este precioso relato.
Espero que estés bien, supongo que estás de vacaciones.
ResponderEliminarTe dejo mi ternura
Sor. Cecilia
Hello! My first visit, will visit you again. Seriously, I thoroughly enjoyed your posts(interesting history!). Congrats for your work. If you wish to follow back that would be great I'm at http://nelsonsouzza.blogspot.com
ResponderEliminarThanks for sharing!
Irene hace tiempo que estas ausente,
ResponderEliminarCarta publica que libera a los fantasmas.
En ella se ve a alguien realizada.
Un abrazo
Hola Irene, Sigo a tu lado
ResponderEliminarSor.Cecilia
¡Qué decir amiga que no hayas dicho ya, que no sepas!
ResponderEliminarUn cálido abrazo de reencuentro en este despertar.