Hombre desterrado en vida,
alma caída de su gloria,
filósofo sin techo,
víctima de su historia.
Perro callejero,
ambulante icono de lo furtivo,
naúfrago a orillas de cemento,
mártir de su delirio.
Errante caballero caído de su corcel,
valeroso guerrero sin espada,
duro embate encarnizado,
carente de alabanza.
Anónima heroicidad,
en un océano de añoranzas,
de recuerdos perdidos,
e insondables adivinanzas.
Endémico de un mundo enajenado,
de tristezas raídas por la vida...
y una lágrima de licor en tu mejilla,
resbala en un segundo desolado.
Hombre desterrado en vida,
sollozante máscara de tragedia griega,
una flor de tu ilusión perdida,
se mantiene erguida,
en las ruinas de tu existencia.
Irene Ríos.
Irene, me ha gustado llegar amiga, he disfrutado tus versos
ResponderEliminarUn abrazo
Stella
Hermosos versos!!!
ResponderEliminarVagabundo, mucha sabiduria y triste andar.
un abrazo
Yo juraría que aquí había dejado un comentario.
ResponderEliminarPero lo mismo acabo de tener una paramnesia (o déjà vu).
En cualquier caso solo añadir (y/o repetir) :
Me he sentido muy identificado con este bello poema tuyo.
Un saludo,
H.
Lo siento amigos.
ResponderEliminarSe me han borrado todos los comentarios y aún no sé que he hecho.
Ya veis ...cosas que pasan.
Espero no volver a toquitear nada.
Un beso a todos.
A mi no se me da nada bien escribir,jeje,te aviso de que tengo sorteo en el blog por si quieres participar,1 beso :)
ResponderEliminarMe ha gustado llegar a tu casa y leerte. Con tu permiso seguiré por aquí.
ResponderEliminarUn saludo